domingo, 4 de noviembre de 2012

En menos de cinco años al panorama mediático no lo va a reconocer ni la madre que lo parió

Uno de los últimos ejemplares en papel impreso de la revista  
"Newsweek", 
tras 80 años de excelente periodismo. 

El demoledor tsunami bajo el que intentan sobrevivir en estos momentos los medios de comunicación es de tal calibre que me atrevo a pronosticar que en menos de cinco años al panorama mediático, no ya en nuestro país sino en el mundo entero, no lo va a reconocer ni la madre que lo parió.

La emblemática revista "Newsweek" ha anunciado oficialmente que cierra la edición de papel el próximo 31 de diciembre; centenares de rotativas en todo el mundo funcionan cada día que pasa a menos rendimiento; las imprentas rebajan sus tarifas y algunas venden ya a precio de saldo buena parte de su maquinaria. El mismísimo "País" parece sentenciado a desaparecer en papel según alguien asegura haberle oído decir a J. L. Cebrián... Los periódicos de provincias cada vez tienen menos páginas, menos subvenciones y menos esperanzas. Las radios pelean por la publicidad como nunca en su vida... El "streaming" ha puesto a temblar a cientos de perfeccionistas de la realización televisiva... Algunas redes sociales cuestionan claramente la efectividad de las agencias de noticias...

Las regulaciones de empleo y de salarios en los medios de comunicacón no tienen el mismo cariz que en otras industrias. Presagian la desaparición del modelo sin que esté claro cuál lo va a sustituir. 

Una cosa parece clara: ese modelo, sea cual sea, se desarrollará a través de la Red. ¿Cómo se renovará pues el profesional de la información, el periodista? ¿Cómo se materializará el reciclaje? ¿Cómo nos reinventaremos? ¿Cómo afrontar el ejercicio del periodismo? ¿Cómo y donde contar las historias? El componente añadido de influencia política y social que actualmente tienen los medios de comunicación tal y como los conocemos, ¿qué pasará con él?

Me parece una tarea sumamente estimulante trabajar para buscar, y tratar de encontrar, respuestas a estas cuestiones.

De momento no sé vosotros, pero yo no sé muy bien por dónde hay que tirar. Eso sí, estoy seguro de una cosa: el periodista que se empeñe en oponer resistencia, quien se quiera aferrar a continuar haciendo las cosas como hasta ahora se han venido haciendo será un periodista -profesionalmente hablando y más pronto que tarde- irremisiblemente muerto.

J.T.

2 comentarios:

  1. ElCordónDeMiCorpiño9 de noviembre de 2012, 8:30

    Más rápido de lo que parecía.
    ¿Resultante: [BABEL+1984+MundoFeliz]?
    Y China dónde encaja?

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  2. A MÁS A MÁS...

    Fernando Vallespín en la TRIBUNA de El País del pasado 9 de noviembre, Cataluña,‘intelectuales’ y mensajes de Twitter: "Es obvio que en este ámbito uno nunca sabe la representatividad de quienes entran a participar en cascada en esta especie de anárquica acumulación de comentarios. Pero hubo dos cosas que sí llamaban la atención. La primera tiene que ver con el mismo ejercicio de activismo político en la red, su descaro y su capacidad para subvertir cualquier fuente de autoridad establecida. En este caso, la de los intelectuales. Confirmó algo que venimos observando desde hace tiempo, que su voz no importa gran cosa en este nuevo mundo de la información exprés y la opinión maleable e improvisada.

    Parece, en efecto, y por valernos de una expresión de Marx, que en la red todo lo sólido se desvanece en el aire. O, más bien, que bastan 140 caracteres para hacer un ejercicio expresivo, entre lúdico e ingenioso, que contribuye a “horizontalizar” la opinión, a equiparar unas con otras y desvirtuar a las que se venían arrogando la capacidad para presentarse con un plus de legitimidad. Esto no es ni bueno ni malo en sí mismo, pero no cabe duda de que es un signo que algo está cambiando a velocidad vertiginosa en el espacio de la comunicación política, menos propenso ahora a la argumentación racional y más proclive a una expresividad primaria. Está por ver cuáles serán sus consecuencias a largo plazo."

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