lunes, 27 de mayo de 2013

De Belén Esteban a Marhuenda


Cuando en los bares y en los patios de vecinos se empieza a hablar más de Marhuenda que de Belén Esteban, cuando oyes más comentarios sobre Wyoming que sobre Jorge Javier, y las frikadas de Cantó son más trending topic que las de CR7... cuando compruebas que esto es así tú, por muy fundamentalista antitele que seas, no tienes más remedio que envainártela y volver a recuperar la antigua relación sofá-televisor.

Hace años ya que el ordenador le quitó a la tele el protagonismo en mis rutinas diarias. Ni siquiera el fútbol lo veo en casa porque, aunque sea en abierto, el cubata que te tomas viendo una final de copa del rey, o de champions, en el bar de la esquina sienta mucho mejor que el que te preparas en casa. 

Cuando María Antonia Iglesias, Enric Sopena y Urdaci, tres ex directores de informativos de tve, comenzaron a participar en shows televisivos de prime time en las teles privadas, yo me rasgué directamente las vestiduras, lo reconozco. Cuando Bono accedió un día a ser entrevistado en uno de estos programas de sábado noche, yo estaba que no daba crédito. Escandalizado. 

Me dediqué a estigmatizar a quienes acudían a esos programas sin caer en la cuenta que quien propiciaba esto tiene una calculadora de audiencias en la mente y había intuido un nuevo filón con suculento futuro. El tiempo les ha dado la razón a los programadores de la política-show porque han conseguido poner realmente de los nervios a los partidos políticos, que han entendido que sus vergüenzas, aireadas en prime time, son perjudiciales para sus intereses. Sobre todo si no salen al paso y optan por esconderse. 

La verdad es que yo creo que no fue una genialidad de los Vasiles varios, sino que estos vieron cómo las digitales fachas les estaban pegando un buen bocado con tanto politiqueo y decidieron ponerse ellos también a la faena a su manera. Hasta el extremo que hoy por hoy, según un reportaje deYolanda Veiga publicado estos días por los periódicos de Vocento, el pp está de los nervios con los programas de Tele5 y la Sexta donde se habla de política. Y hay órdenes de no acudir a plató… de momento. 

Dos o tres años después de manifestar públicamente mis reticencias hacia este tipo de programas, en los que la participación de políticos y periodistas me parecía bochornosa, me la envaino, como decía.

La información política interesa a las "audiencias" por su carácter morboso por un lado y por otro por los enormes deseos del personal de intentar entender qué puñetas va a pasar con sus vidas, con su futuro… con nuestros desangelados y depauperados bolsillos. Estamos acojonaos, necesitados de luz, de consejos y ánimo de alguien que nos haga creer que esto tiene solución. Cuando cunden estos estados de depresión y ansiedad colectiva es cuando las sectas religiosas suelen ponerse las botas pescando adeptos. Y parece que también es un buen “caladero” para que las teles pesquen nuevos espectadores. 

No quedan ya televisiones generalistas ni franjas horarias huérfanas de programas o tertulias políticas. Sea cual sea el momento en que enciendas la tele, algo encuentras. Y los sábados y los domingos… ya es la caña. El prime time, “asaltado” por la política y en lo que concierne a “Salvados”, en la Sexta, batiendo records de audiencia. La manera de trabajar de Évole y su equipo ha conseguido abrirse paso a codazos y evidenciar que cuando las cosas están bien contadas funcionan. Bofetón en toda la boca a los defensores de lo superficial y la horterez. 

Que yo me haya caído ahora del caballo significa que me siento obligado a seguir estos programas y darle vidilla de nuevo al sofá del salón, que me echaba mucho de menos, el pobre. Me libré de Belén Esteban pero de Marhuenda no sé si voy a poder. 

J.T.

P.D. Cuánto echo de menos mi querida CNN+, y no te digo ya mi “Informe Semanal” de toda la vida. Cuarenta años de prestigio que el equipo de dirección actual ha conseguido triturar en cuatro días.

sábado, 25 de mayo de 2013

El Santisteban transgresor que yo conocí


Como todos los tipos brillantes, Alfonso era un alma atormentada. Y como todo atormentado un outsider, un personaje controvertido que despertaba filias y fobias pero que nunca pasaba desapercibido. Él y Marisa Medina, con quien tuvo tres hijas, la liaron parda en el Madrid de la transición rompiendo moldes, escandalizando mucho y poniéndose al mudo por montera. 

Ella, conocida por ser una de la presentadoras más solventes de la televisión en blanco y negro, era propietaria de un espíritu inquieto y rebelde que le llevaba a escribir, componer letras de canciones, cantarlas y hacer todo lo posible por romper la imagen de modosito florero que siempre habían querido atribuirle. Él, compositor de sintonías y bandas sonoras memorables, no tenía nada que ver con quienes hacían un trabajo similar para televisión y cine: Ibarbia, Algueró y compañía. La noche y el día.

Alfonso y Marisa eran otra cosa. Y lo demostraron al poco de morirse Franco. Junto a Enrique Barreiro, Alfonso compuso un polémico musical llamado "Satán Azul", un espectáculo sin apenas presupuesto para vestuario protagonizado por Marisa, que había pedido la excedencia en televisión y todas las noches aparecía desnuda y reivindicativa en el teatro Arniches, muy cerca de un congreso de los diputados donde en esos momentos se estaba debatiendo y elaborando la Constitución.

La movida madrileña comenzaba a gestarse, Tierno ni siquiera era aún alcalde y en las noches de Boccacio aquellos atildados políticos felicitaban a Alfonso y Marisa por su éxito con la misma facilidad con la que los ponían a parir apenas se daban la vuelta. A Alfonso todo esto se la bufaba. Con esa vitalidad, optimismo y sentido del humor con el que siempre nos deleitó a sus amigos, los ponía a parir a todos y se quedaba tan pancho. Le encantaba epatar, Marisa no se quedaba atrás y los dos juntos eran un festival de vida de cuya compañía tuve el privilegio de disfrutar cinco largos años.

Como dan cumplida cuenta tanto la wikipedia como las biografías recuperadas estos días Alfonso, como Marisa, se sabían buscar la vida con indiscutible mentalidad práctica. Pero solían tropezar en una complicada piedra: aguantaban a mucho impresentable, sí, pero no estaban dispuestos a pasar por el mundo templando gaitas ni comiéndose las ganas de decir lo que tuvieran que decir. Y como bien se sabe actuar así, que está muy bien, es tan sano y loable como caro. Para los progres eran bichos raros y para el mundo del que provenían les faltaba un tornillo. 

Eran inteligentes, inquietos, cultos y transgresores. Complicado cóctel para sobrevivir a aceradas envidias y cuchillos primorosamente afilados. Pero aún así triunfaron y fueron reconocidos. No los amilanaron nunca ni los puteos ni los contratiempos y fueron unos excelentes supervivientes con quien nadie pudo: ni con ellos, ni con sus ganas de comerse el mundo como ellos querían comérselo... y bebérselo: bien exprimido.

La vida me distanció de ellos antes de que acabaran separándose. Los dos han muerto jóvenes, con un año escaso de diferencia, y eso me deja un poco más solo, un poco más adelante en la fila. Alfonso, Marisa, id haciendo amigos en ese Boccacio eterno en el que ahora estáis y preparándome el terreno para cuando más tarde que pronto nos toque reencontrarnos, podamos seguir poniendo a parir a todo bicho viviente mientras agotamos, ya sin riesgo alguno para la salud, todas las existencias siderales de güisquis y gintonics.

J.T.

jueves, 23 de mayo de 2013

Alberto, ¿por qué no dejas la ley del aborto como está y punto?


Eulàlia vino a verme a Ceuta donde yo estaba haciendo la mili y se quedó embarazada. Cuando algunas semanas después, junio del 77, regresé a Barcelona ya licenciado ella acababa de hacerse la prueba y le había dado positivo. Así que juntos nos pusimos a pensar qué hacíamos con nuestras vidas. Ella, dueña de su cuerpo, tuvo la deferencia de compartir conmigo sus reflexiones, sus dudas y su determinación. 

Ella y yo asumimos afrontar el asunto juntos y nos aliamos para superar todas las dificultades que estábamos seguros surgirían. Contábamos, eso sí, con el apoyo de un envidiable grupo de buenos amigos. Tan buenos que mi pareja anterior, Anna, nos arropó incluso acompañándonos a aquel lúgubre piso de la barriada de Sants donde Eulàlia abortaría. La colecta que hicimos no dio para una aséptica y bucólica clínica londinense pero con las quince mil pesetas conseguidas sí se podía recurrir a una solución doméstica clandestina.

Anna y yo no nos separamos de Eulàlia ni un solo segundo durante todo el proceso que, 36 años después, continúa grabado en mi recuerdo secuencia a secuencia, segundo a segundo. Solo Eulàlia y yo, con la  incondicional complicidad de Anna, sabemos lo que sentimos durante todo aquel episodio, lo que nos costó afrontar tanto la decisión como el hecho y sus consecuencias; el miedo que pasamos a que algo saliera mal por las condiciones en que se desarrolló todo. Éramos conscientes de que nos la jugábamos porque todo era riesgo, miedo, tensión... Qué sensación de alivio la que íbamos experimentando a medida que transcurrían los días y Eulàlia se iba reponiendo. 

Por eso no puedo tolerar a estas alturas que se machaque a la mujer promulgando leyes que la violentan, la limitan y la condicionan, porque yo también me siento concernido por ese puteo gratuito e inexplicable que sufren cuando alguien se interpone entre su cuerpo y ellas. Por eso no puedo tolerar que cantamañanas como el ministro Gallardón nos quieran hacer volver al pasado a través de un inadmisible túnel del tiempo y se propongan obligar de nuevo a las mujeres, a pesar de las casi cuatro décadas transcurridas, a pasar por el mismo calvario por el que pasamos Eulàlia y yo el verano de 1977.

Somos muchos los que desde entonces hemos luchado porque la legislación posibilitara que nadie más tuviera que pasar nunca por lo que nosotros nos vimos obligados a vivir. No, Alberto, no. No hemos recorrido este camino de lucha para encontrarnos al final del trayecto con gente como tú. No, Alberto, no, tú y yo sabemos que en todas las familias con posibles, votantes tuyos la mayoría, el problema de los embarazos indeseados se ha resuelto y se continuará resolviendo, sean las leyes las que sean, con dinero y discreción.

No puede ser que tumbéis leyes, sacadas adelante con mucho trabajo y sudor, que benefician fundamentalmente a los más débiles, a los que disponen de menos recursos. No puede ser que los más pringaos acaben siendo siempre las mayores víctimas de vuestros fundamentalistas, decimonónicos y antediluvianos planteamientos. En nombre de la autoridad moral que me otorga haber sido protagonista de experiencias traumáticas, yo te conmino a que dejes de tocar las narices y nos dejes vivir en la libertad que nos hemos ganado y nos merecemos. Que las mujeres sean dueñas de su vida y de sus cuerpos sin que nadie ose inmiscuirse en ello. Que quien decida abortar lo pueda hacer libremente y sin riesgos.

Para eso solo hace falta que dejes tranquila la ley. Que no la toques. Punto. Deja ya de marear la perdiz con si el supuesto tal o la consideración cual. Que no, que la ley está bien, que la dejes en paz y te dediques a otro de los muchos asuntos que tenéis pendientes, y que va siendo hora que le hinquéis el diente de una puñetera vez.

Me repatea tener que recurrir a repetir lo obvio, Alberto, pero no me dejas otra opción: Vamos a ver,  que la ley, tal como está, no obliga a nadie a abortar. Que se trata de un derecho. Y tú, querido ministro melómano con ínfulas de megalómano, no eres quién para quitárnoslo. Más abortos clandestinos en lúgrebes callejas de la barriada de Sants no, por favor.

J.T.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Por qué tienen tan poca vergüenza


No saben lo que es la vergüenza. Eso es lo que les pasa a los de la Gürtel, a Bárcenas con sus millones en Suiza, a los "sobrecogedores" de sobresueldos, a los comisionistas de los Eres, a iluminados agradecidos y generosos iluminadores, a egregios yernos y trincones varios que últimamente infestan e infectan los informativos nuestros de cada día. Y no saben lo que es la vergüenza entre otras cosas porque nunca se han planteado que deban sentirla cuando meten la mano.Y además mienten. Andan por la vida convencidos de que las cosas son así y por tanto se limitan a actuar como creen que hay que hacerlo: " Total, todo el mundo lo hace". 

¿Corruptos? ¿Inmorales? ¿Pícaros? ¿Ladrones? ¡Qué va! No tienen vergüenza porque no quieren que les llamen gilipollas.

No tienen conciencia de culpa ni de transgresión. Mucho menos de delito. No sé usted, pero yo no conozco a nadie que esté avergonzado por haber cobrado en negro una parte del dinero que le pagaron por aquel piso que vendió. Al contrario, tenían miedo de que su pareja, su familia o sus amigos le trataran de tonto si no aceptaba. Tampoco conozco a quien le avergüence haber cobrado dos dietas de más o haber pasado más kilómetros de los realmente realizados en un desplazamiento profesional. Ni a quien le remuerda la conciencia por haber inflado una factura.

En este mayo tributario, amigos que tienen pisos alquilados se jactan ufanos de haber conseguido que la declaración de la renta les salga "a devolver". Caras de espanto me han puesto cuando he osado preguntarles si han incluido los alquileres que cobran. ¡Por supuesto que no! Una querida amiga que echa horas por un tubo en un bar de mi barrio tiene  un contrato de media jornada y se siente privilegiada cuando se compara con las peores condiciones en las que trabajan muchas de sus compañeras. Para su jefa, eso es "lo normal". Todo el mundo lo hace.

Yo no sé si a esta manera de funcionar habría que llamarla corrupción, picardía, inmoralidad o poca vergüenza pero es un hecho. Tenemos incrustada en nuestro comportamiento diario una especie de doble moral que, cuando por elevación la llevamos al terreno de la alta política y las estratosféricas finanzas, se traduce en que los que roban dinero a espuertas o quienes esconden millones en paraísos fiscales no sienten el más mínimo remordimiento por hacer lo que hacen. Es "lo normal". Todo el mundo lo hace. Proporciones distintas, actitud similar.

Los "presuntos" delincuentes de altos vuelos y baja estofa, de guante blanco y sangre multicolor que durante los últimos años han saqueado impunemente bancos, constructoras, diputaciones, ayuntamientos, autonomías y demás instituciones españolas tienen que acabar más pronto que tarde dando con sus huesos en la cárcel y devolviendo todo lo robado. Es urgente que lleguen los escarmientos ejemplares, pero también es imprescindible que nuestros hijos crezcan convencidos de que la desfachatez no puede ser rentable. Que mentir es de impresentables. Que ser honrados merece la pena. Que quien trinca nunca sale bien parado aunque en un principio lo parezca. Y que eso de la doble vara de medir... como que no.

Para conseguir esto igual sería bueno, por ejemplo, que ahora que los peces gordos comienzan a desfilar por los juzgados, y esperemos que pronto camino del trullo, los "pezqueñines" que siguen cobrando o pagando en negro, que no declaran alquileres o tienen gente trabajando sin contrato dejaran de actuar así. Este país empezará a tener políticos decentes cuando todos reivindiquemos a diario nuestra propia decencia. Cuando dejemos de tener sensación de ser unos gilipollas si no hacemos trampas.

Yo espero que llegue el día en que pueda pedir factura con iva, declarar el alquiler y no tener que pagar ni cobrar en negro sin que nadie me mire como a un extraterrestre ni me acabe diciendo pero qué tonto eres. Mejor espero sentado, ¿no?

J.T.

domingo, 19 de mayo de 2013

Maruja Torres, espíritu libre


En el periodismo necesitan gente brillante, con ideas propias, con criterio, gente con argumentos que critique las injusticias y anime a la contestación, que no se amilane, gente cuya pluma haga temblar a los poderosos.  Pero de puertas hacia dentro, el mecanismo de los chiringuitos periodísticos funciona igual que cualquier otro: si trabajas para mi, tú calladito, sumiso y si es posible un punto pelota, que eso nunca viene mal.

Si a ese "brillante" y honesto reportero o columnista se le ocurre hacer uso de su ponderada frescura intelectual para soltar alguna inconveniencia a propósito de la casa donde trabaja, que vaya poniendo la barba a remojar. Tarde o temprano los enamorados de su indómito espíritu libre (cuando de poner a parir a los demás se trata) se la acabarán cortando. La barba.

Maruja Torres no tiene barba pero sí los suficientes redaños para no tragar con lo que no ve claro. Esta semana ha abandonado el periódico donde hace más de treinta años escribió por primera vez. Habían decidido que dejara de opinar, le abrían otras puertas pero ella ha declinado la oferta.

Ejercer la libertad de pensamiento, ser un espíritu libre suele tener un precio muy alto. Solo los coherentes están dispuestos a pagarlo. A los coherentes los llaman insensatos, pero esa insensatez es un supremo placer si uno está dispuesto a a pagar el precio. Es mejor quedarse sin follar que acostarte con quien no te gusta. Y a quien invoca que de algo hay que comer yo le digo, como creo que le diría Maruja, que este oficio cobra todo su sentido cuando no se le tiene miedo a las consecuencias de actuar y comportarte tal como crees que debes hacerlo.

En nombre de quienes mueren ejerciendo el oficio periodístico nadie debería invocar la incertidumbre ante el futuro para justificar humillaciones.Yo le debo, por ejemplo, a mi inolvidable amigo y compañero Julio Fuentes, ser coherente hasta el final. Antes de su muerte en Afganistán compartí mesa con él en Cambio16 y ya había que hablarle a voces por la sordera que había adquirido en coberturas peligrosas.

Maruja, como hoy recuerda Tomás Delclós, vio morir a Juantxu Rodríguez a su lado en una calle de Panamá abatido por un soldado estadounidense. Eso, creo, marca para toda la vida. Y aunque ella con el carácter que tiene no creo que nunca se haya arredrado, tengo para mi que aquello debió consolidar su convicción de que no hay que amilanarse ante nadie. Y menos todavía ante quienes gastan sus días pisando moqueta.

Eso sí, los vocacionales de despacho y sueldo fijo acaban quedándose y los espíritus libres marchándose. Es el precio. Pero el periodismo es ser testigo, jugársela, contar lo que ves, decir lo que piensas. Tener ese punto de insensatez que tan atractivo resulta a los de las poltronas hasta que es a ellos a quienes les tocas las narices. Entonces tardas poco en entender que más vale que te vayas planteando recoger tus bártulos e irte con tu coherencia, tu dignidad y tu música a otra parte.

Lo que me maravilla de todo este asunto es que Maruja Torres haya sido capaz de aguantar hasta ahora, que no se haya ido antes.

J.T.


viernes, 17 de mayo de 2013

Rezar y vestir con decoro. ¿Tve o Radio María?



Los informativos de tve hay que verlos como lo que son: geniales programas de humor paridos por desaforados frikis derechosos. 

Mis muchos amigos en tve están ya tan desesperados como aquel inconsolable desgraciado que no sabía si tirarse al metro… o a la taquillera. Yo les sugiero que se rían como hacemos los demás cuando tropezamos en el zapping con alguno de los informativos de la moribunda cadena pública. 

Que los parados recen y enciendan velas, que así encontrarán consuelo, recomendaron en el informativo de las nueve de la noche el pasado día 8 de mayo. 

Las adolescentes y el decoro en el vestir, fue el tema de una pieza emitida en el informativo de las tres de la tarde del martes 14. 

Esto no hay quien lo aguante, Juan. Por días nos estamos quedando sin crédito, sin prestigio, sin audiencia, me dicen mis amigos currantes de tve. Y cuando mis amigos de tve me dicen estas cosas es cuando me vienen a la memoria las reuniones de escaleta, pomposamente llamadas consejos de redacción, de cuando yo estaba por allí, longtaimagou. 

- Oye, a esto que ha dicho la oposición, estará prevista la respuesta del ministro, ¿no? 
- Por cierto, hay que salir al paso de la barbaridad que ha soltado el de ciu. Que le respondan psoe y pp, ¿izquierda unida? No, no quita, tampoco vamos a hacer una tesis doctoral de esto 
- Esa información de las nucleares me la miráis con cuidado, que luego no quiero líos ni llamadas coñazo
- La comparecencia esa de Bruselas es fundamental. Nos jugamos mucho. Nada de lenguaje técnico, clarito, que se entienda. 

Siempre ha sido así en tve, excepción hecha del período Fran Llorente, a quien sus buenos disgustos le costó trabajar como lo hizo. Pero en esta etapa retropepera es todo demasiado explícito. A quienes residen en Madrid puede que no les parezca tan escandaloso, habida cuenta de los desmanes que el equipo que ahora dirige tve perpetró en los informativos de Telemadrid. Los demás, la verdad, no damos crédito. 

No hay información política que no se acabe rematando con la opinión de alguien del pp; no hay total comprometido que no sufra su debido tajo; no hay declaración interesante, escuchada completa en la radio o en otros informativos, a la que no le falte un cacho cuando la meten en el telediario. En tve, la objetividad muere en el cedazo de la manipulación más rastrera. Los que mandan en los informativos se afanan, como prioridad máxima, en la manipulación de altos vuelos para complacer al amo. Todo  lo demás es secundario.

En la escaleta existe un apartado, generalmente intercalado entre la información considerada seria y los deportes, al que llamamos “desengrase”. Suele ser la parte más entretenida, la más divertida… en resumen, la más interesante del informativo porque contiene temas sociales, culturales, desenfadados… asuntos que tratan sobre las cosas corrientes de la vida. Pues bien, en ese apartado es en el que estos chicos nos la están metiendo doblá. Por acción o por omisión. 

La información que ponderaba las ventajas de rezar y el alivio que hacerlo puede suponer para los que están en paro, y esa otra en la que se instaba al decoro en el vestir de las adolescentes… son dos piezas antológicas que pasarán a la historia de la infamia televisiva pero que, estoy por pensar, se han colado de rondón en la escaleta porque los prebostes, los censores, los manipuladores, los comisarios políticos, están en otras cosas de mayor “trascendencia”, asuntos más de apertura de telediario, más de esto-tiene-que-quedar-de-puta-madre-que-interesa-mucho-en-moncloa

Que se emitan informaciones como las dos a las que me acabo de referir es posible porque en la reunión de escaleta se suele gastar tanto tiempo en politiqueos que los asuntos de desengrase acaban despachándose en el último minuto y sin entrar demasiado en harina. Quiero creer que ocurrió así porque sé cómo funciona la dinámica y entiendo que, técnicamente, es muy posible que haya sido de este modo como ese tipo de informaciones hayan acabado pasando todos los filtros. Si, por el contrario, se planificó a conciencia, entonces apaga y vámonos. 

Lo extraño esta vez es que el cuerpo redaccional no entregado a la causa pepera tampoco ha reaccionado una vez emitidas estas piezas, ni ha protestado internamente hasta que la cosa ha ido cobrando importancia en las redes sociales y en otros medios de comunicación. El correo interno es un buen termómetro para medir la indignación y en este caso, por lo que me consta, ni siquiera circuló la crítica a través de un sistema que es muy utilizado por los trabajadores de la casa. 

Ha trascendido el enfado de algunos de los de toda la vida, como el mosqueo de Ana Blanco por una información a su juicio incompleta sobre la ley de Costas; o el de muchos redactores a quienes les parece intolerable la manera de informar de los escraches o los descarados esfuerzos por invisibilizar a los movimientos ciudadanos de protesta y a sus portavoces. 

El declive de tve es vertiginoso, y el hastío de los espectadores parece que también, si nos atenemos a los datos de audiencia. Han desmontado todo lo que olía a información imparcial y a objetividad en menos de un año. Han liquidado el atractivo de una cadena cuyos tentáculos, medios y posibilidades técnicas la hacían atractiva y muy competitiva. 

Alarmante la cuesta abajo. 

Se admiten apuestas para ver cuál será la próxima información friki en el apartado de desengrase de los telediarios. Por el camino que van, más pronto que tarde son capaces de dejar sin audiencia a Intereconomía o a 13 TV. O a Radio María.

 

J.T.

martes, 14 de mayo de 2013

Por un 15-M del periodismo


Primero fueron las señales realizadas de los actos institucionales. No, no hace falta que os molestéis. Ya os damos nosotros la señal y os ahorráis faena. La “faena” se la ahorraban las empresas -en personal y medios técnicos- y los políticos se ahorraban el soponcio de verse en el telediario metiéndose el dedo en la nariz, bostezando o entreteniéndose con internet mientras ponían el correo al día o pinchaban una web porno. 

Hubo un tiempo en que las cámaras entraban hasta la cocina en los parlamentos, las diputaciones, los ayuntamientos y se movían a sus anchas por salones y pasillos. Pero eso es ya historia. Cuando los políticos descubrieron que invertir en señal realizada les ponía a salvo de muchas indiscreciones no lo dudaron: cámaras fuera. No os preocupéis, que os damos la cinta, u os decimos desde dónde podáis grabar la señal ¿lo queréis por fibra óptica?, también lo colgamos en nuestra web… 

 Un día los partidos y otras grandes instituciones empresariales y políticas vieron también clara la rentabilidad de invertir en realizar las señales de mítines, congresos, juntas de accionistas y actos propagandísticos varios. A las cámaras de los medios se les permitiría entrar unos minutitos al principio y al final del acto y el resto del tiempo, a tomar… café o a grabar en un salón adyacente la señal realizada. 

Más tarde llegó el “descubrimiento” de las ruedas de prensa sin preguntas: voy, me pongo solemne, suelto mi rollo y aviso que, dada la envergadura del asunto, o simple y llanamente porque no me da la gana, no se admiten preguntas. Comprobaron que los periodistas no solo no se levantaban de sus asientos en ese mismo instante sino que acababan cubriendo la información como si no pasara nada. Gratis y sin réplica. Un chollo. En algún amago de plantón, periodistas que apostaban por irse comprobaban cómo muchos de sus compañeros llamaban a la redacción central para poder hacer lo mismo. Como los jefes les denegaban el permiso, los que apostaban por marcharse al final se quedaban para no estar en inferioridad de condiciones si acababa ocurriendo algo noticiable. 

Luego inventaron las declaraciones enlatadas: oye, que tengo unas declaraciones del líder del partido (o del presidente de la empresa) hablando de… Sí, se las hemos grabado nosotros para ganar tiempo. Sí, en calidad profesional, claro. Te las mando por mensajero si quieres. También las hemos colgado en internet ¿quieres que te dé el url

Solo tenía que transcurrir un poco más de tiempo para que llegara “el más difícil todavía”: el plasma. Ya no es que yo te voy a soltar el rollo y tú no vas a poder preguntar, no… es que ni me vas a poder ver físicamente. Te vamos a instalar cómodamente en una habitación cercana a donde se desarrolla el acto y te vamos a colocar una bonita pantalla de plasma con excelente sonido desde donde vas a tener oportunidad de no perderte detalle. Con wifi, agüita fresca y enchufes, pa que no te farte de ná. 

Aún así, aunque los plumillas no pudiéramos ver a tan egregios personales en carne mortal durante sus comparecencias, los cámaras siempre podían tomar un mudo. Pues bien, ya se han inventado el mudo editado para evitar a los pobres cámaras el trabajo de tener que darse codazos cuando empieza o termina un acto. Sucedió en Barcelona, el viernes 10 de mayo, durante un encuentro entre Mas y Rajoy. Los medios recibieron unas bonitas imágenes de tan morboso saludo… minutos después de que se produjera y convenientemente editadas. 

¿Alguien da más? Todo ese terreno que cedemos los periodistas supone una indiscutible merma de la libertad de expresión, del derecho de los ciudadanos a tener la mejor información posible. Y si los periodistas cedemos terreno la responsabilidad es nuestra. Frente al intento de eludirnos está nuestra obligación de no consentirlo. Frente a sus escaqueos, nuestra tenacidad. Siempre fue así como se construyeron las buenas historias y como el periodismo ganó un prestigio que no podernos permitirnos dilapidar. 

Creo que los periodistas tenemos tantos motivos para estar indignados como el que más. O más aún, porque nos dedicamos a contar la indignación de los demás y siempre acabamos “dejando para otro día” el precario e impresentable mundo en el que se mueve nuestro oficio. Alguien nos dijo un día que lo que nos pasa a los periodistas no es noticia, nos lo creímos y yo creo que eso ha herido de muerte el presente y el futuro no solo de quienes nos dedicamos a este oficio sino al oficio mismo. 

 Creo que no es posible tolerar ya por más tiempo ni las declaraciones enlatadas, ni las señales realizadas ni mucho menos las ruedas de prensa sin preguntas. Para que un medio funcione bien lo tiene que dirigir un periodista, no un gerente, que no se doblegue ante las presiones y que tenga claro lo que siempre han tenido los grandes monstruos de los mejores rotativos: la mejor inversión es una buena historia. Y las buenas historias suelen ser en la mayoría de los casos, lo contrario de lo que al poder le interesa que contemos. 

Ahora que estamos en fechas, quizás sería un buen momento para promover un 15-M del periodismo. Digo yo.

J.T.

viernes, 10 de mayo de 2013

El "plasmaescrache" a Rajoy


Desconozco por completo el sistema de trabajo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ignoro si entre sus filas existen muchos expertos en comunicación pero lo están bordando. Cada vez que se ponen en marcha dan en la tecla.

Promover un “plasmaescrache” a Rajoy durante su visita a Barcelona es un atinado golpe de imaginación. Uno se siente redimido, como ciudadano estafado y pésimamente gobernado, cuando ve cómo actúan y trabajan movimientos como la PAH. Están consiguiendo mucho más de lo que parece.

El debate entre pros y antiescraches va dejando a estos últimos en flagrante minoría tras pronunciamientos judiciales a favor como el de la jueza jubilada Manuela Carmena o el de Marcelino Sexmero, titular del juzgado número cuatro de Madrid, que ha archivado la denuncia de la familia de Soraya S. de S. a la PAH argumentando que el derecho a la intimidad de un político cede ante los derechos colectivos de los ciudadanos, a quienes ampara la libertad de expresión y reunión. Un claro tirón de orejas que el juez remata recordándole a la vicepresidenta que la posición dominante de las instituciones que ocupan obliga a las autoridades a demostrar contención en el uso de la vía penal frente a los ciudadanos.

Les está saliendo el tiro por la culata en todos sus intentos de criminalizar un movimiento ciudadano surgido tras lo que supone la impotencia de las 40.000 familias que en 2012 fueron desahuciadas, tras el escandaloso incremento de suicidios por afectados que no supieron o no pudieron resistir la presión cuando vieron que se quedaban sin casa.

Los bancos y su gobierno valedor empiezan a estar acorralados. Por mucho que Bruselas salga en su defensa, a la impunidad de las entidades financieras que gestionan en España más de seis millones de hipotecas le queda cada vez menos recorrido.

Los llamados grandes poderes, precisamente porque conocen mejor que nadie su propia debilidad, intentan solaparla y encubrirla con altanería y desvergüenza hasta que los ciudadanos con nuestras perseverantes protestas les vamos dejando en pelotas.

Los escraches de la PAH son el mejor ejercicio de resistencia y denuncia ciudadana inventado recientemente a tenor del alto porcentaje de eficacia y visibilidad que han tenido sus iniciativas. Con el “plasmaescrache” a Rajoy de este viernes, la PAH ha anunciado la clausura de este tipo de acciones argumentando que estaban ligadas a la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular sobre la ley hipotecaria, una propuesta de millón y medio de firmas ninguneada por el pp tanto en el Congreso como en el Senado.

Si dar por finalizados los escraches, amigos de la PAH, es lo que creéis que tenéis que hacer, de acuerdo, habida cuenta de la habilidad que estáis demostrando a la hora de administrar la denuncia y la protesta. Nada que objetar. Anunciáis ahora campañas de desobediencia civil para hacer efectivos el derecho a la vivienda y a una segunda oportunidad. Me alegro mucho que no cejéis en el empeño. Porque está bien claro que todo lo que hacéis les duele. Y eso significa que sois eficaces.

J.T.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Al gobierno de coalición andaluz en su primer aniversario


La alegría con la que el gobierno andaluz y algunos de sus incondicionales turiferarios celebran estos días el primer aniversario de la coalición Psoe-Izquierda Unida me lleva a maliciar que igual están tan contentos porque ni ellos mismos imaginaban que podrían llegar a durar tanto. 

- Aleluya, hemos conseguido superar el primer año juntos, proclaman. Que se jodan quienes no daban un puto duro por nosotros. Aleluya, hemos resistido los criminales ataques de Rajoy y sus secuaces y aquí estamos, vivitos y coleando. Aleluya, hosanna en el cielo, maldito el que viene en nombre de la crisis. 

A mí, sinceramente, lanzar las campanas al vuelo de tan ostentosas maneras cuando apenas acaba de salir el segundo toro de una peligrosa corrida de victorinos me parece, cuando menos, un arriesgado ejercicio de audacia. 

Desconozco las componendas en virtud de las cuales los chicos que capitanean Pepe Griñán y Diego Valderas han conseguido sortear y salir airosos de los obstáculos que se han debido ir encontrando por el camino durante los últimos 365 días. Claro que en parte les bastaba con actuar justo al contrario de cómo lo hicieron en el pasado quienes protagonizaron en el parlamento autonómico la famosa pinza PP-IU, de tan infausta memoria para Andalucía, contra un gobierno del Psoe en minoría. Era ésta de ahora, pues, la primera oportunidad para un gobierno de coalición de izquierdas en la historia de la autonomía. Se ve que han sido conscientes y han hecho todo lo posible por salvar los muebles como fuera. 

Bien, amigos, habéis llegado a vuestro primer cumpleaños. En un contexto sumamente hostil dentro y fuera de las fronteras de nuestro país, con una Europa intransigente y un gobierno Rajoy que os tienen enfilados, pero habéis llegado. Estupendo. Ha pasado un año y no os habéis tirado los trastos a la cabeza, pero da la impresión de que temíais que el riesgo de divorcio planeara sobre vuestra felicidad de pareja a las primeras de cambio. 

Habéis sorteado las dificultades y es para ponerlo en valor, de acuerdo, habéis legislado y gestionado contra corriente y habéis puesto en marcha soluciones imaginativas, algunas rotundas, para que la crisis no machaque más aún a los más desfavorecidos. Todo eso es verdad, y si queréis me uno al aleluya, al hosanna y os pondero lo bien que lo hacéis pero, queridos amigos, quedan tres largos años, tres, por delante y no es bueno decir “fu” antes que pase el último gato. 

Tenéis que conseguir que el caso de los malditos Eres se resuelva de una vez. 

Tenéis que procurar que no se nos vayan más jóvenes andaluces a buscar trabajo a Alemania. 

Tenéis que batiros el cobre para que bajen, pero ya, las terribles y alarmantes cifras de paro en que nos movemos. Y no me digáis que el 40 por ciento del empleo recuperado en Abril ha sido en Andalucía. Lo sabemos, pero triunfalismos los precisos, ¿no os parece? 

Tenéis que generar confianza para que la gente con ganas de emprender se tire de una vez a la piscina. 

Tenéis que cantarle las cuarenta a tanto empresario como hay en Andalucía con más vocación de rentista que de asumir riesgo alguno. 

Tenéis que presionar para que el dinero andaluz que hay escondido en paraísos fiscales vuelva a nuestra tierra y genere riqueza. 

Tenéis que continuar resistiéndoos con uñas u dientes a los recortes en sanidad, en educación, en pensiones, en dependencia, en el funcionariado… 

Tenéis que pegar los necesarios puñetazos encima de la mesa para que los bancos empiecen a soltar pasta ya. 

Que sí, que habéis hecho muchas cosas, y aquí vinculo el pdf en el que desmenuzáis uno por uno todos los logros de vuestro gobierno en este año transcurrido. Pero yo me niego a celebrar que sólo me falte un ojo. Lo que vosotros vendéis es que podíamos estar ciegos y no lo estamos. Pero este gobierno de coalición inédito hasta hace un año tiene en sus manos, durante los tres años de gestión que le quedan, que los andaluces no nos resignemos a quedarnos tuertos para toda la vida. 

Os queda por delante el setenta y cinco por ciento de la legislatura. Y tenéis que poner las bases, Psoe e Izquierda Unida, para que cada año que pase podáis celebrar el aniversario de vuestro matrimonio con mayor autoridad moral. Aunque yo no sea de lanzar las campanas al vuelo, me alegro muy mucho de que vuestra pareja no se haya roto todavía. Por eso espero no tener que deciros nunca lo que digo a mis amigos cuando se casan. 

- Oye, que yo os pago el regalo de la primera boda, pero el de la segunda os lo financiáis vosotros.

martes, 7 de mayo de 2013

Si los catalanes quieren decidir, decidirán


Agita la caverna estos días las aguas del anticatalanismo a propósito de la Primera Cumbre sobre el Derecho a Decidir celebrada este lunes en el Palau de la Generalitat: ¡Secesión!, ¡Que vienen los independentistas! ¡A las barricadas! Siempre el miedo, la crispación, la demonización de lo que, lisa y llanamente, se limita a ser el normal funcionamiento de las instituciones democráticas de las que nos hemos dotado en este país. Pero cuando de Catalunya se trata, siempre aparece alguien interesado en que la tensión se dispare y todo acabe encanallándose.

Nunca entendí por qué tantas cosas de las que rodean a Catalunya ponen tan de los nervios a determinados sectores del resto del país. El pueblo de Catalunya es un pueblo sabio y currante que siempre ha tirado del carro y que ha acogido afectuosamente a cientos de miles, millones de foráneos que durante décadas se han ganado la vida allí, que allí han acabado instalándose y que ahora son padres o abuelos de catalanes cuyo presente y futuro son estricta y únicamente catalanes.

En ese contexto es en el que Catalunya puso hace un tiempo sobre la mesa el llamado “derecho a decidir”. 86 de los 135 diputados que componen la cámara autonómica pertenecen a partidos para los que ese derecho es una apuesta indiscutible (50 de CiU, 21 de ERC, 13 de ICV-EUiA y 3 del CUP) Solo los 28 escaños que suman el PP (19) y Ciutadans (9) están claramente en contra. Porque los 20 diputados del PSC andan de broncas y presionándose entre ellos y, en consecuencia, mareando la perdiz: consulta, sí; pacto por el derecho a decidir, no; independencia, caca; federalismo, guai…

En la Cumbre sobre el Derecho a Decidir celebrada este lunes 6 de mayo en Barcelona quedaron claras las muchas discrepancias entre los representantes políticos catalanes sobre la manera en que se debe recorrer el camino. El PSC, ya hemos visto, no se aclara; Quim Arrufat, (CUP), quiere más sangre en las venas y menos brindis al sol; Joan Herrera, (ICV), cree que la reunión solo sirvió para llenar titulares y portadas; Jordi Turull, (CiU) apuesta por implicar a la sociedad civil que es a la que, c omo dice Oriol Junqueras (ERC), “corresponde el protagonismo”.

En una palabra, que se lo están currando. Plantean lo que creen que tienen que plantear porque pueden y quieren hacerlo. Son la mayoría amplia de los representantes del pueblo catalán y su debate hay que situarlo en un contexto de aspiraciones legítimas e incuestionables. Lo que se propone en Catalunya, con sus tiras y aflojas, sus discrepancias y hasta sus ambigüedades no puede ser considerado tabú por ni para nadie. No puede ni debe poner de los nervios a nadie. Es una lícita iniciativa política sobre la que toca pensar, reflexionar y sacar respetuosas conclusiones. Sin rasgarse las vestiduras, sin caer en esos tópicos ni animadversiones que los fabricantes de crispación se ocupan de generar, alentar y difundir.

J.T.
Publicado también en la sección de "Opinión" de publico.es

lunes, 6 de mayo de 2013

Se cargan, también, la Ley de Dependencia

El Plan Nacional de Reformas 2013 es el principio del fin de la Ley de Dependencia. La coartada perfecta para liquidar una de las decisiones-insignia del gobierno anterior. Rajoy va de gira esta semana con sus 192 folios bajo el brazo: este lunes se lo explica a su partido, el martes está en el Senado y el miércoles en el Congreso. Tengo curiosidad por ver cómo camufla lo que en realidad es un ejercicio de revancha en toda regla. De liquidar, más pronto que tarde, todo lo que huela a la etapa ZP. 

La gestión de este gobierno, tan implacable con los desfavorecidos como meliflua con los poderosos, me está recordando ya en demasiadas ocasiones los modos y maneras de los gobernantes franquistas. Aquellos de entonces, que solo eran valientes de puertas para adentro hacían lo que les daba la gana, incluso ejecutar penas de muerte, argumentando que “para eso habían ganado una guerra”. Estos hacen lo que quieren porque “para eso ganaron por mayoría absoluta”. Y así, cual elefante en cacharrería, nos van dejando el país hecho unos zorros. 

Yo creía, incauto de mí, que gobernar en democracia era sumar, crecer, avanzar, ayudar a prosperar el país que gestionas, y no dedicarse a desmontar todo lo construido anteriormente. Los errores del equipo que gobernó este país antes que llegaran los insensatos de ahora no pueden llevar a echar en saco roto el aire fresco que supusieron muchas de las medidas que se tomaron en materia de derechos y libertades hace ya casi diez años. Me niego a aceptar que, en nombre de un programa al que ellos mismos no le tienen ningún respeto, quieran tumbarse ahora leyes como la del aborto o la del matrimonio homosexual por ejemplo. 

Me niego a aceptar que en nombre de la mayoría absoluta se carguen asignaturas como ”Educación para la Ciudadanía”, que en nombre de esos once millones de votos que ellos saben que ya no tienen ni locos permitan que colegios subvencionados segreguen a los niños por sexos. Y por supuesto me parece intolerable que se quieran cargar la Ley de Dependencia. 

Y lo que se deduce del análisis pormenorizado del Plan Nacional de Reformas es que a la Ley de Dependencia le quedan tres telediarios para pasar a mejor vida. Quitarle 1.108 millones de euros es liquidarla. En democracia, la mayoría absoluta no puede ni debe servir para actuar como si en lugar de ganar unas elecciones se hubiera ganado una guerra. No es de recibo, es un sinvivir que los derechos lleguen y se vayan dependiendo del gobierno de turno. Unos construyen y los que vienen detrás se cargan lo que los anteriores construyeron ¿Esa es la dinámica en la que vamos a entrar? 

- Ahora puedo abortar aquí, ahora me tengo que ir a Londres
- Ahora me puedo casar con mi pareja homosexual, ahora me criminalizan 
- Ahora me cuidan porque no puedo valerme por mi mismo, ahora me muero de asco.

J.T.
Publicado también en la sección de "Opinión" de publico.es

miércoles, 1 de mayo de 2013

Votantes del pp en la mani de los rojos


- Tú qué haces aquí?, le pregunto a un amigo al que me encuentro en la manifestación del Primero de Mayo en Almería. Somos amigos, sí, pero entendemos la vida, y sobre todo la política, de manera muy diferente. Por eso me extraña verlo por las calles entre pancartas y consignas contra el partido al que él votó. 

- Estoy harto de esta gente, me dice. Ya no los voto más. 

Va "empotrado"en la manifestación del Primero de Mayo con sus niños, su cabreo y sus remordimientos, con la cara que se le ha quedado después de sufrir en sus atribuladas carnes los desmanes de la pandilla de iluminados en los que puso todas sus esperanzas. Cómo pude ser tan tonto, me dice. 

Yo no sé si en las más de ochenta celebraciones del Primero de Mayo que han tenido lugar este miércoles en nuestro país, habrá habido muchos manifestantes con el perfil de mi amigo pero me parece que, si no han llegado al extremo de participar directamente, sí que hay muchos ciudadanos que votaron al pp hace año y medio y cuyo cabreo actual haría que a Mariano no le salieran ahora las cuentas para gobernar con mayoría absoluta si hubiera elecciones. 

Esa mayoría en la que se ampara para legislar con las orejeras puestas, desentendiéndose de los ciudadanos y rindiéndole pleitesía a Europa, los mercados, el Fondo Monetario Internacional, su admirada "kaiseresa", los bancos, los empresarios... 

Paso con la mani por Oliveros, por el malecón de García Lorca, por la rambla Obispo Orberá... y en las ventanas de los pisos más caros veo moverse algunos visillos... sería mucho aventurar que son peperos descojonándose? Jodéos, que aún nos quedan dos años y medio, pensarán. 

Pero no todos, porque seguro que muchos de los que están lo mismo de cabreados que mi amigo no soportan saberse tontos útiles, esa desagradable sensación de haber sido víctimas del timo de la estampita. Al ladrón, al ladrón. Claro que como en todo timo, igual hay que recordarles que el timado suele ser tan culpable como el timador.

J.T.
Publicado también en la sección de "Opinión" de publico.es