jueves, 27 de junio de 2013

¿Qué busca Griñán con el pollo que ha montado?

Pepe Griñán, flanqueado por Susana Díaz y Mario Jiménez

Lo que ha hecho Griñán es anunciar que piensa dejar la presidencia de la Junta de Andalucía... dentro de tres años. Largo me lo fiáis, pero por inusual y atípico, el gesto la verdad es que tiene buena venta. Más pronto que tarde acabaremos enterándonos de la letra pequeña que se esconde tras la decisión, pero mientras tanto hay que reconocerle a Pepe -así le gusta que le llamen- que ha conseguido montar un bonito pollo.

Era muy elocuente ver la mañana de este miércoles en el Congreso de los Diputados cómo, desde Madina hasta Valenciano, los socialistas se escaqueaban por los pasillos para eludir los micrófonos y no tener que hacer declaraciones. Todavía más revelador ha sido escuchar a un pálido Chaves o a un parco Rubalcaba recurrir como valoración a un escueto "no pasa nada, el calendario no se altera" que no se creen ni ellos.

¿Por qué ha movido ficha Griñán de esa manera tan aparatosa y en este preciso instante?

La respuesta más fácil, como se ha apresurado a propagar en seguida la mayor parte de la derecha, es atribuirle la explicación de la anunciada renuncia al enmarañado caso de los EREs: el presidente prepara su retirada por si el asunto acaba salpicándole.

Otra de las hipótesis que se barajan es que Griñán ha calibrado el riesgo de inestabilidad de su gobierno de coalición con Izquierda Unida a medida que se vayan acercando las elecciones municipales.

Hay más: anticiparse a conspiraciones madrileñas contra él (no hay que olvidar que en el último Congreso Federal del Psoe Griñán y su gente apoyaron a Chacón frente a Rubalcaba y eso en Ferraz no lo olvidan) e incluso razones personales por enfermedades graves en su entorno familiar más cercano.

Y luego está el argumento que él mismo ha dado en el parlamento andaluz este convulso miércoles: "Sólo nuevos pilotos llevarán a nuevos horizontes", ha dicho. Quiere Pepe Griñán para Andalucía un relevo generacional que espera sea "sólido y duradero" ¿Qué significa eso? Pues que necesita darse la mayor prisa posible por amarrar la sucesión, controlar el aparato y neutralizar conspiraciones.

¿Y quién tiene todas las papeletas para ponerle nombre y cara a la sucesión? Pues la joven Susana Díaz, actual consejera de Presidencia, a quien le han crecido los dientes en el aparato del partido, es mujer y además aún no ha cumplido los cuarenta años. Entre ella y Mario Jiménez, que acaba de cumplir 42 y ostenta la vicesecretaría general del psoe andaluz, han ido laminando en los últimos cuatro años todo lo que olía a Manuel Chaves: de quienes pilotaron el psoe andaluz en los 70-80 apenas quedan cuatro gatos con poder. 

Susana y Mario, Mario y Susana han ido amarrando bien pueblo a pueblo, provincia a provincia, así que no tendrán mucho problema para conseguir en un proceso de primarias que la mano derecha de Griñán acabe siendo su relevo natural. Si alguien osa hacerle frente (por ejemplo la jiennense y antigua consejera de Bienestar Social Micaela Navarro, que el 25-M era la tapada de Rubalcaba si Griñán hubiera fracasado) necesitaría reunir 7.000 firmas.

En resumen, que Griñán lanza un órdago de aúpa, y reviste su espantá de amor a la renovación. Bien, de acuerdo, zas en toda la boca a los inmovilismos y a las pesadas rémoras del añejo "aparato". Pero, paradójicamente, lo hace usando las mismas armas porque Susana Díaz y Mario Jiménez son aparato puro y duro. De momento, lo único que los diferencia de sus antecesores es la tersura de la piel. 

Imagino que, si consiguen que se consume el relevo, estos jóvenes empezarán a asombrarnos con nuevas ideas, innovadoras propuestas e imaginativas iniciativas. No me cabe la menor duda de que comenzarán a promover debates, a abrir las puertas del partido a todo lo que está pasando fuera, a hacer de una vez lo que todos estamos esperando que se haga. ¿O no? Estoy seguro que para Pepe Griñán el relevo generacional es mucho más que un mero cambio de caras y de edades.

Si eso es así el presidente de la Junta andaluza habrá dado, con su anuncio este miércoles de renunciar a volver a presentarse, un golpe de autoridad moral. Yo quiero creerme que ha dado con la tecla de lo que se necesita para espabilar de una vez y volver a seducir a los ciudadanos. No quiero creer a quienes sostienen que esta maniobra de Pepe es una huida o un mero cálculo político, una argucia para coger con el pie cambiado tanto a IU como al PP, que a estas alturas no tienen ni idea de a quién presentarían como candidato a la Junta de Andalucía si mañana se convocaran elecciones. Una maniobra que de paso le permite tocarle bien las narices a Rubalcaba y compañía.

Quiero pensar que lo que ha movido a Pepe Griñán a desencadenar este terremoto político es realmente su voluntad de que las cosas cambien a mejor para los ciudadanos; no quiero creerme, como hay quien dice por ahí, que se trata de un golpe de mano para postularse como líder del psoe federal. 

Como ha escrito Antonio Avendaño en su twitter, Pepe Griñán, con su propuesta de relevo acelerado, "o está loco o es un genio". Igual dijeron de él el 25-M cuando se empeñó en que las elecciones andaluzas no coincidieran con las generales y entonces la apuesta le salió bien. Veremos qué ocurre ahora. 

J.T.

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