lunes, 24 de octubre de 2016

¿Por qué lo llaman persuadir cuando quieren decir coaccionar?

Persuasión. He aquí el término de moda. Lo ha empleado Elena Valenciano, la defensora de la resolución aprobada en el Comité Federal, para explicar la táctica con la que la gestora está dispuesta a conseguir su objetivo, que todos los diputados socialistas con acta en el Congreso, todos a una, se bajen los pantalones en la investidura de Mariano Rajoy por imperativo legal.

- Es una decisión muy dramática, -ha dicho la parlamentaria europea-, pero hemos llegado a un callejón sin salida en el que hemos decidido desbloquear la situación política. Intentaremos "persuadir" a los que no están de acuerdo.

- Ahora me toca persuadir a los compañeros para que no adopten una postura que no esté en sintonía con la decisión imperativa del Comité Federal, ha repetido sin cesar desde el domingo el presidente de la gestora, Javier Fernández, a quien cada vez que tiene que salir a escena para realizar algún tipo de declaración, se le ve más cara de funeral y mayores ganas de salir corriendo.

¿Por qué lo llaman persuadir cuando quieren decir coaccionar?

El que intenta persuadir solo dice un porcentaje de la verdad porque sabe que, en el mejor de los casos, solo tiene una parte de razón. La parte de razón que le falta la tienen las personas a quienes se propone persuadir. Quien apuesta por persuadir a alguien para conseguir que haga algo de lo que no está convencido, si en realidad quiere persuadirlo ha de estar dispuesto a aceptar el fracaso de su intento, pero no es éste el caso. En el PSOE no están en esas.

Aquí no hay persuasión que valga. Aquí hay coacción, así que ya que no se han cortado ni un pelo para llegar hasta donde han llegado, los encargados de rematar la faena podrían andarse ahora con menos eufemismos en el "momento culminante", llamar a las cosas por su nombre y dejarse de ridículos rodeos. Total, han tragado ya tantos sapos y se han comido con patatas tantas declaraciones grandilocuentes que al fin y al cabo una más... ¿qué más le va a dar?

Incluso el término coacción parece que se queda corto para referirnos a lo que está pasando. Más apropiado sería emplear los vocablos intimidación, presión, chantaje o amenaza. La sangre ha de manchar a todo el mundo. Para investir a Rajoy es suficiente con once y seguro que solo entre las filas de Susana, Vara y Page sobran voluntarios dispuestos a hacer méritos, pero no les basta: quieren que agache la cabeza hasta Odón Elorza, ante cuyos galones muchos de los golpistas de medio pelo que han protagonizado estos días de vergüenza, deberían ponerse firmes cada vez que abriera la boca. En su cuenta de twitter, quien durante veinte años fuera alcalde de Donosti, amenazado por ETA y siempre con escolta, lo ha expresado este lunes con contundencia:

"Como diputado Socialista votaré NO en conciencia desde una ética responsable, por respeto al compromiso electoral y al proyecto de Cambio del PSOE.  Respeto a los compañer@s que apoyan la abstención pero no comparto sus razones. Llega tarde, mal y es poco digna al romper el compromiso electoral"

Ni caso le van a hacer. Ni a él, ni a los ocho secretarios regionales que han propuesto por escrito otras fórmulas distintas a la abstención en bloque. Pero no. No se contempla la posibilidad de que haya quien se vaya de rositas. Si hay que cagarla, caguémosla todos juntos, unidos en el oprobio como democráticamente hemos decidido.

Y lo llaman "persuadir".

En la localidad francesa de Calais, el responsable del operativo que tiene como misión desmantelar desde este lunes el campamento de refugiados que intentan pasar al Reino Unido, ha asegurado que no va a obligar a los inmigrantes a marcharse de allí, sino que los va a "persuadir". Vamos, que poco menos que les va a pedir por favor y con alfombras que renuncien a su sueño y se larguen.

Como aquí en el PSOE, donde otros miembros de la gestora y promotores de la sublevación ya están empezando a subir el tono y dejarse de disimulos. Acabarán como en El Padrino: "os vamos a hacer una oferta que no podréis rechazar".

J.T.

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